No te comas el cuento

En una población llamada Macarena, Meta una joven de 30 años de edad y en estado de gestación es envestida brutalmente por una bestia salvaje, causándole una herida profunda en el tórax. La Macarena no cuenta con centros de salud ni hospitales para su tratamiento inmediato, es por eso que acuden a una base militar para que sea sacada inmediatamente en un helicóptero hacia su capital para que sea atendida.

Diana Burgos Huertas

Al principio no querían llevar a la joven porque necesitaban un permiso especial, pero al final al ver lo complicada que estaba, terminaron accediendo. Mientras viajaban en el helicóptero, la joven empezó a convulsionar y como solo iban soldados acompañándola, no sabían que hacer así que intentaron brindarle primeros auxilios con el poco conocimiento que tenían, pero la verdadera odisea empezaba una vez que llegaron al centro de salud en la capital…

Brainner Hoyos Cárdenas

En la ciudad estaba empezando una epidemia de infecciones respiratorias y las autoridades no se habían pronunciado aún para calmar a la población. Las camillas no alcanzaban y la gente tenía que esperar a que su tratamiento terminara en sillas ubicadas por todo el hospital. Mucha gente estaba enojada porque se sentía muy mal y no le daban respuesta.  Era difícil llevar a la joven al área de urgencias con tanta gente, sin que hiciera contacto con los pacientes enfermos para evitar un contagio. Sus piernas llegaron empapadas de un líquido viscoso, y antes de perder el conocimiento dijo:

—¡No quiero morirme, quiero mi bebé!

La cirugía fue muy larga pues la paciente entró en paro en una ocasión, solo había un cirujano disponible y fue necesario practicarle una cesárea de emergencia. Además, el hospital estaba sufriendo una falta de insumos y material de bioseguridad, por lo tanto, era un poco difícil seguir todos los protocolos correspondientes con la preparación del paciente, pero se debía actuar de inmediato. Al final pudo salvarse la vida de ambos seres y se obtuvo un niño de 30 semanas con un APGAR muy bajo, al cual tuvo que dársele reanimación.

Sandra Soto Marchena

La paciente al despertar lo primero que hizo fue preguntar por su bebé, pero no había quien le diera respuesta, dado que el lugar estaba colapsando, ella se encontraba en observación, sin embargo, por el poco espacio y la aglomeración de pacientes, esta fue trasladada a los 20 minutos del posoperatorio a la sala de maternidad, aún sin respuesta sobre su hijo, ella adormecida nota que las otras madres tienen a sus bebés menos ella. Sentía angustia, dolor, desesperación y no sabía qué hacer o a quién preguntarle por su bebé.

Pasaron las horas y llegó un doctor muy alto, a informarle el estado de su bebé, pero esta no logra prestar la suficiente atención al doctor, dado que presentaba un fuerte dolor en las heridas.

Andrea Burgos Mestra

El médico se marchó y la paciente parecía no percibir cuanto ocurría a su alrededor, su cara se palidecía, y su cuerpo se estremecía cual hoja al viento.

Sentía un dolor insoportable que le calaba hasta las entrañas, la enfermera de turno al entrar a la habitación de inmediatamente percibió  en  la mujer un estado diferente al de las demás, que se mostraban cálidas y tranquilas. Al acercarse a la cama de la mujer percibió que la orina en su bolsa cistoflo estaba roja, notó su cara, la cual mostraba dolor y angustia por no tener a su bebé, y su piel estaba fría. La enfermera se disponía a salir para informarle al médico el estado de la paciente, cuando estaba en un tono casi impercibible le dijo: "me estoy muriendo".

Ana Rosa Luna Hernández

Luego la enfermera salió avisarle al medio y el personal de salud se alertaron ya que la paciente se estaba complicando en el lapso de unos cuantos minutos y creían que la paciente se sentía así porque no tenía su bebe al lado, ellos actuaron de inmediato y le empezaron a pasar líquidos y se aplicaron los cuidados específicos para esta paciente, vigilar sangrado constantemente y  estabilizarle los signos vitales ya que se encontraban alterados, le colocaron una manta térmica y le empezaron a tomar muestras de laboratorio y estaban en constante monitorización, reportándose cada 15 minutos, con el fin de llevar un buen informe por si era necesario ingresarla a la unidad de cuidados intensivos.

María Carolina Martínez Mestra

 

Cuando llegaron los resultados de laboratorio, el médico se dio cuenta de que la paciente tenía la hemoglobina muy por debajo de los niveles normales, por lo que ordena transfundirle una unidad de sangre B Rh + que era el tipo de sangre de la paciente. Antes de acatar la orden médica es notorio que la paciente empeora su estado de salud, en un abrir y cerrar de ojos la paciente se encontraba en código rojo, esto fue avisado inmediatamente a la jefe del servicio, al médico de turno y al laboratorio. Inmediatamente a la paciente se le instaló una cánula de oxígeno a 3lts por minuto, se le canalizó otra vena, por una vía se le instaló Hartman 1.000cc a chorro y 1.000cc para mantener y en la otra vía se empezó a transfundir sangre. Le hicieron masaje uterino bimanual, y se le administró 40U de oxitocina en 500cc de Hartman, 0,2 mg de Metilergonovina IM y 200 mcg de Misoprostol intrarrectal.

Luego de todo esto los signos vitales de la paciente se empezaron a estabilizar.

Lina Marcela del Rosario Durango Fajardo

Para esta paciente todo este proceso de atención se conllevó un gran sufrimiento y sentimientos de desesperación, las condiciones en las que se encontraba el centro de salud no eran las mejores y la atención del personal mucho menos, por lo que no es de sorprender que al preocuparse tanto por el código rojo presentado por la paciente no se dieran cuenta del otro evento que estaba presentando, su herida le empezó a doler y a tornarse de un intenso color rojo y a segregar una sustancia que no conocía, ella estaba muy preocupada pero de nuevo el personal pareció desaparecer ya que no entraban a su habitación a revisarla.

Ana María Maduro Payares


La paciente dentro de todo lo que estaba viviendo saco las fuerzas necesarias para empezar a gritar

 —¡Ayúdenme me siento muy mal y quiero vivir para conocer a mi hijo!

Las enfermeras que se encontraban de turno ese día escucharon su voz y se dirigieron a la habitación, al momento de entrar se encontraron con una desgarradora escena, pues ella se encontraba llorando y con una expresión de mucho dolor en su rostro. La enfermera jefe pregunta que si qué siente, a lo que ella respondió — dolor mucho dolor — y señalo la herida en su pecho, la enfermera se procede a revisar la herida y se lleva la gran sorpresa que la herida se encuentra en muy mal estado a lo que inmediatamente decide avisar al médico de turno.

El médico entra a la habitación y evalúa el estado de la herida a lo que responde que la herida está pasando por un proceso infeccioso como consecuencia del manejo de ella anteriormente, así que ordena el protocolo correspondiente en ese caso. La enfermera jefa ordena lo correspondiente para proceder a realizar la curación de la herida. Pasado unas horas a la joven se le administra el antibiótico ordenado por el médico, y se siguen las ordenes que el medico prescribió.

Los días fueron pasando y la atención hacia la joven fue mejorando pues ya el personal médico estaba más pendiente de su salud y de su hijo. La materna fue mejorando su salud y su bienestar; al cabo de 15 días el medico consideró su alta y eso la lleno de mucha alegría, pues ya se encontraban en condiciones actas para conocer a su hijo y lograr pasar tiempo con él a pesar de que aún se encontraba hospitalizado, pero con un estado de salud muy prometedor.

Silvia Peña de Hoyos

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