Infección asociada a la atención en salud IAAS
La prevención de las infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS) es uno de los pilares en esta cultura de seguridad, y por ello, teniendo en cuenta su impacto económico al incurrir en altos gastos por la complejidad de su manejo, las implicaciones sociales e incluso legales, se promulgaron un conjunto de estrategias para minimizar y prevenir al máximo su incidencia, y las cuales están dentro del marco de salud pública en Colombia, con la premisa “lo primero que no debe hacer una institución en salud es enfermar”. Las IAAS es el nombre que se adoptó para lo que antes se denominaba infección nosocomial o infección asociada al cuidado de la salud y cuya etiología es multifactorial. Se relacionan con el manejo de dispositivos médicos, complicaciones quirúrgicas, uso frecuente e inadecuado de los antibióticos, transmisión entre pacientes y trabajadores de salud, entre otros. Adicionalmente a las condiciones y comorbilidades del enfermo, como el diagnóstico previo de diabetes mellitus, la obesidad, el consumo de cigarrillo e infecciones previas que lo tornan más susceptible a desarrollar este tipo de infección [1].
Esta multicausalidad es un factor determinante para tener en cuenta al momento de tomar acciones correctivas en las instituciones de salud, las cuales deben incluir no solo un programa de tratamiento claro que se enfoque en terapias con antibióticos, antimicóticos, antiparasitarios e incluso antivirales, sino también la adopción de nuevas tecnologías y programas claros de capacitación que permitan reducir las tasas y minimizar al máximo el riesgo de IAAS, que en algunos casos no podrá eliminarse del todo por la cantidad de factores involucrados.
Los cambios en la reglamentación es la Resolución 2003 del 28 de mayo de 2014, en la cual se determinan los criterios de habilitación de las IPS que fomentan la inclusión de nuevos dispositivos y tecnologías enfocados en reducir complicaciones médicas, incluyendo las IAAS, así como criterios de atención, que a menudo son más exigentes en pro de acercarse en mayor medida a la excelencia en la prestación y dejar a las instituciones a un paso de la acreditación nacional en salud. Esta normatividad ha servido para que las entidades inviertan recursos en estas nuevas tecnologías, pero queda el interrogante sobre la forma en la cual se logrará la facturación de dichos insumos durante la prestación en salud, pues se sabe bien la deuda de las EPS a las IPS que afecta la dinámica del sector, pero que no debería interferir en la prestación de los servicios, y por eso la nueva Ley Estatutaria 1751 del 16 de febrero de 2015 consagra a la salud como un derecho fundamental garantizado por el Estado, que determina facilitar el acceso a servicios sanitarios y reconocer la autonomía médica, permitiendo a los profesionales actuar conforme a su criterio, ética, racionalidad y evidencia científica, cambiando la filosofía del listado de servicios y medicamentos POS, excluyendo la figura no POS y obligando al gobierno a incluir procedimientos y tratamientos que requiere un paciente para la prevención y recuperación de su patología. Es en este punto donde el liderazgo de los profesionales de la salud es más importante, así como la vinculación de todo el sector, incluyendo no solo a los aseguradores, prestadores y entes regulatorios, como la Supersalud, sino también conectando en mesas de trabajo a las casas farmacéuticas y de dispositivos, quienes deberán acompañar los procesos de toma de decisiones para la respectiva asesoría y capacitación de su portafolio, brindando además modelos o calculadoras de costo que permitan demostrar aquellas tecnologías que puedan reducir el impacto económico y social de cada una de las patologías donde las IAAS tienen una importancia fundamental; así mismo debe ser responsabilidad de las casas comerciales, como actores del sistema, entender las exclusiones del sistema de salud que se orientan a tratamientos cosméticos o suntuarios, los que no tengan evidencia de su seguridad y eficacia, aquellos que no estén autorizados para su uso en el país, los experimentales o que deban ser prestados en el exterior.
Al revisar el comportamiento y los avances del sistema de salud desde la
óptica de las IAAS se pueden distinguir actores que durante las diferentes
etapas del proceso cobran mayor relevancia. Y es en este punto donde la
responsabilidad de prevenir las IAAS no solo radica en el profesional de la
salud o los prestadores del servicio, sino también en el gobierno, los
aseguradores y la industria, que con su experiencia y conocimiento puedan ser
aliados estratégicos en la toma de decisiones [2].
1. Sierra, A. (octubre 2015).
Prevención de las infecciones asociadas a la atención en salud en Colombia.
Recuperado de:
http://www.elhospital.com/temas/Prevencion-de-las-infecciones-asociadas-a-la-atencion-en-salud-en-Colombia+108237?pagina=2.
2. Sierra, A. (octubre 2015).
Prevención de las infecciones asociadas a la atención en salud en Colombia.
Recuperado de:
http://www.elhospital.com/temas/Prevencion-de-las-infecciones-asociadas-a-la-atencion-en-salud-en-Colombia+108237?pagina=2.
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